lunes, 4 de mayo de 2009

Conversaciones entre Bukowski y Sparrow

Confieso que llevaba ya una borrachera considerable cuando entré en esa taberna de Isla Tortuga. Aún así, es cierto que un pirata nunca olvida al hombre que le derrota en una ronda de ron. 

Entré a la taberna después de recibir varios tortazos consecutivos de diversas y bellas damas que de nada recordaba. Ya estaba acostumbrado, así que continué sin preguntar. Un hombre sentado en una mesa solitaria captó mi atención. Me era muy familiar y decidí acercarme. Me incliné un poco para verle mejor, entorné los ojos y no me quedó duda:

-¡Charles Bukowski! ¿Eres tú, verdad?
-Digamos que si- no permití que su sequedad frenara la conversación, que se prometía interesante.  
-¡El viejo Bukowski! He leído alguna cosa tuya...
-Ah, ¿si?- musitó sin mucho interés
-Si y la verdad...- jamás vi tanta indiferencia en un rostro humano- fue un mal presagio

No dijo nada por espacio de medio minuto.

-¿Y tú quién eres?- al fin se dignó a mirarme a los ojos.
-Un vagabundo del fondo marino, un alma errante, un...
-Borracho- me interrumpió-. ¿Podrías ir al grano?- aunque algo ofendido, no pude más que contestar a ese pobre infeliz
-Soy el Capitán Jack Sparrow, un placer conocerle- le dije tendiendo mi mano. Él me tendió un vaso colmado, cosa que juzgué mucho más amable.
-¿Y se puede saber qué leíste?
-Tu último libro, me llamó la atención el nombre, se que no era más que una metáfora, pero me trajo mala suerte. A la semana de leerlo mi tripulación tomó mi querida Perla.
-Vaya hombre, eso te pasa por tener tanto apego a toda esa mierda de objetos materiales. 
-No te atrevas a hablar así de mi buque. Te reto a un duelo pirata.
-Paso de tus jodidas locuras, tio.
-Muy bien, entonces haremos otra cosa...

Y así fue como acabamos enfrascados en una competición de jarras de ron que se alargó hasta el amanecer y me llevó a despertarme al día siguiente en un buque de la Armada del Mar del Sur. Este hombre me mata.
 


No hay comentarios:

Publicar un comentario